10 may 2017

Comprar placas solares de segunda mano, ¿es una buena idea?

En el artículo que redactamos hoy, vamos a tratar de orientar a todos aquellos que estén buscando paneles solares para su instalación o proyecto fotovoltaico y que, por razones de presupuesto, se estén planteando la opción de comprar placas solares de segunda mano. Todo lo que exponemos en este artículo está basado en experiencias nuestras, con más de 10 años de actividad en suministro de placas fotovoltaicas, pero también en las de muchos de nuestros clientes que hemos ido conociendo con el paso de los años. Comenzamos:

¿De dónde vienen las placas solares usadas?

Esa es, sin duda, la primera pregunta que debemos hacernos. La respuesta ya nos da una pista del riesgo que conlleva comprar estos paneles. Las placas fotovoltaicas usadas, proceden, en un 99% de los casos, de grandes instalaciones fotovoltaicas que han tenido problemas de producción, es decir, que presentan una producción más baja de lo que deberían, y que por lo tanto no son rentables para sus propietarios (grandes fondos de inversión generalmente). Por esa razón, se cambian por unas nuevas, y las usadas acaban en el mercado de paneles usados.

Es decir, partimos de la base que, en un 99% de los casos, las placas usadas son de mala calidad y con problemas de rendimiento.

Instalar un sistema de energía solar para su propiedad debería dar un valor añadido a la misma, se convertirá en un gran activo para la propiedad, reducirá las facturas de electricidad y reducirá la contaminación generada. Cuando uno se decide a comprar paneles solares, debería asegurarse que funcionen de manera eficiente y que el proceso de instalación sea ejecutado correctamente. Si nos arriesgamos a comprar paneles solares de segunda mano y luego intentamos instalarlos nosotros mismos, podemos estarnos arriesgando a perder tiempo y, sobre todo, dinero.

Comprar placas solares de segunda mano para ahorrarse un poco de dinero podría parecer una buena idea en ese momento, pero debemos tener en cuenta una serie de detalles muy importantes antes de tomar esa decisión:

Rendimiento inferior a paneles nuevos:

Si compramos paneles solares que se han utilizado y se han roto o dañado, entonces no van a producir toda la energía que deberían, por lo que ya estamos perdiendo parte de la inversión realizada. Las células fotovoltaicas son muy frágiles si no se manipulan correctamente y si están dañadas disminuirán drásticamente su eficiencia de salida. Lo peor es que es muy difícil apreciar a simple vista si una o más células solares están dañadas.

Algunos paneles solares usados pueden venir con daños evidentes, pero la mayoría de estos daños no se van a apreciar hasta pasado un tiempo.

Si compramos placas fotovoltaicas que ya han sido usadas, debemos tener en cuenta que ya vamos a tener unas placas solares con una vida útil más corta. No es una buena idea comprar unos paneles que hayan tenido varios años de uso, pues vamos a tener que reemplazarlos mucho antes que si fueran nuevos, por lo que, al final, vamos a gastar más dinero que si hubiéramos comprado unos nuevos.

Las placas de segunda mano no disponen de garantía:

Muchos paneles solares de segunda mano disponibles en internet, no tienen una garantía de fabricante. Entonces, en el caso de en algún momento tengamos un problema de funcionamiento, o bajo rendimiento, no va a haber un fabricante que responda de esos paneles. Cuando compramos placas solares nuevas de un distribuidor, vienen siempre con la garantía de fábrica vigente, y respaldada por la factura de compra, por lo que, en caso de cualquier incidencia, el fabricante se hará responsable de su sustitución o reparación o reembolso.

Quizá una idea podría estar rondando nuestra cabeza: ¿Reparar o arreglar un panel solar?, de ninguna manera, si un panel solar presenta problemas, hay que cambiarlo, pues su reparación es tan costosa que carece de sentido. Por lo tanto, una vez más, arriesgarse a comprar placas fotovoltaicas de segunda mano es una temeridad técnica y económica.

Además de esto, todos los fabricantes incluyen un manual de instalación que debe respetarse para conservar la garantía del panel, si no se respeta ese manual se pierde toda garantía, y por desgracia, si compramos una placa solar de segunda mano, jamás podremos saber cómo fueron instaladas en su primer uso.

Placas de segunda mano – Un foco para fraudes

Otro de los aspectos a tener muy en cuenta es el de ¿quién es el fabricante del panel solar que voy a comprar?. Aunque parece una pregunta un tanto absurda, no lo es. En una gran mayoría de los casos de paneles solares de segunda mano que se ofrecen por internet, se ha manipulado la etiqueta que figura en el panel, es decir, se ha quitado la etiqueta original de fábrica y se ha puesto otra nueva. Por tanto, ni vamos a poder reclamar al fabricante original (por que no lo vamos a poder conocer), ni tampoco sabremos si los datos eléctricos que figuran en la etiqueta son reales (que no lo van a ser).

Conclusiones – ¿Vale la pena comprar una placa solar usada?

La respuesta es, un incontestable, NO. 

Estamos de acuerdo que el precio es menor que el de un panel nuevo, pero como hemos expuesto, su rendimiento será también muy inferior y no dispondremos de garantía de fábrica. Recordando que para tener garantía de fábrica, debemos aportar factura de compra original y que esta garantía es por 25 años. No debemos renunciar a ella por ahorrarnos unos euros.

No nos dejemos engañar por los precios bajos de esas placas usadas de segunda mano, pues nos acabarán saliendo mucho más caras que las nuevas.

Artículo elaborado por el departamento técnico de SunFields Europe