23 abr 2018

Los mapas eólicos y solares en Latinoamérica: los países con más perspectivas de inversiones



El potencial de hoy puede ser la energía de mañana. En la región de Latinoamérica, los países con mejores condiciones naturales para el desarrollo de energía solar y eólica, sólo teniendo en cuenta los datos que arrojan los mapas de vientos y radiación solar, son Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Uruguay. 

No es casual que estos países hayan sido algunos de los que han avanzado más fuertemente en fomento, regulación y finalmente generación de energías renovables a diferentes escalas en estos últimos años.

De acuerdo con el Consejo Mundial de Energía Eólica (GWEC, por sus siglas en inglés) la capacidad eólica instalada en Latinoamérica y el Caribe a finales del 2016 (15312 MW) y todo el 2017 (2578 MW) en total fue de 17891 MW (ver reporte en línea). El mayor porcentaje se lo llevó Brasil, que de la cifra general se estimó que aproximadamente un 70% de capacidad corresponde a proyectos de generación eólica en su territorio (la cancelación de unos 648 MW y el redondeo afectan las sumas finales). 

Por detrás de Brasil, Chile registró un total de 1540 MW en ese período y muy de cerca Uruguay logró 1505 MW de potencia instalada. Mientras que, en menor medida, los siguieron Costa Rica (378 MW), Panamá (270 MW), Perú (243 MW), Argentina (228 MW), Honduras (225 MW), República Dominicana (135 MW). Otros como Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Nicaragua y Venezuela, apostaron a proyectos de generación de escala más chica y entre todos alcanzaron 386 MW más de potencia.

Sin embargo, México sumó 3527 MW a finales de 2016 y 478 MW en 2017, que no están contemplados en la cifra total de Latinoamérica y Caribe. Fueron entonces 4005 MW más que terminaron por considerarse dentro de la región de América del Norte, pero que valen indicar ya que el GWEC destaca que “la sólida base de políticas en México lo convertirá en un mercado de crecimiento sustancial para la próxima década”. 

Concluyendo con los datos de viento, entre los países del Caribe que incluyeron parques eólicos –Aruba, Bonaire, Curazao, Cuba, Dominica, Guadalupe, Jamaica, Martinica, Granada y San Cristóbal y Nieves– la suma de potencia que alcanzaron fue de 218 MW. 

Por otro lado, recabando proyecciones sobre el crecimiento solar fotovoltaico al 2020, un testimonio serviría para graficar el escenario próximo. Según una publicación en la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y energía (CBHE), referentes señalan que la inversión en los años venideros será superior en tecnología solar. Al respecto, el detalle comparativo que realizan con la tecnología suma al debate.   



Según se expresó en el esquema de la capacidad a instalar al 2020, aunque las cifras estimadas resulten muy relativas, Argentina lideraría con un mayor de crecimiento en tecnología solar en la región, con una evolución notable en el total instalado en su Sistema Interconectado Nacional. 

Brasil y México acompañarían con valores altos, en sintonía con lo que viene ocurriendo en los últimos años en eólica. Otra sorpresa quizás de la lectura de las proyecciones en solar es Costa Rica que apostaría más a la eólica pero tendría mayor crecimiento en solar fotovoltaica.  

Los Atlas que demuestran los recursos disponibles 

La velocidad y variación del viento es una de las variables a tener en cuenta para proyectos eólicos. El ingeniero de software Cameron Beccario fue el artífice de una herramienta que permite una visualización interactiva del comportamiento de los vientos al rededor del globo. @EarthWindMap permite modificar variables y tomar muestras de los puntos que se quieran consultar. (ver el Mapa del viento de la tierra) 



Para completar otras variables como la densidad de potencia, la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) en asociación con el Grupo del Banco Mundial desarrolló la Global Wind Atlas 2.0. Esta es una aplicación web gratuita con fondos provistos por el Programa de Asistencia para la Administración del Sector Energético (ESMAP) y que utiliza datos proporcionados por Vortex para reflejar las condiciones del viendo en el mundo. (ver el Atlas global del viento) 



Así mismo, el Grupo del Banco Mundial, en asociación con la Corporación Financiera Internacional (IFC) encargaron a Solargis un Atlas Global Solar para obtener datos del potencial de generación de energía a través de esa fuente en distintas regiones del planeta. Esta aplicación además, permite desde la radiación solar directa o difusa, la irradiancia y hasta el ángulo óptimo de los módulos fotovoltaicos (ver Atlas Solar Global) 



Como complemento, si la intención además de lo interactivo es personalizar, IRENA cuenta con un mapa global editable disponible a través de su página web oficial, que tiene como base el recurso solar fotovoltaico de cada territorio. Creado por Meteotest, refleja además el promedio de radiación anual en un rango de 8km del punto que se señale en el mapa (ver mapa solar global) 


23 de abril de 2018
Nanda Singh
Por Nanda Singh
nandas@energiaestrategica.com

7 abr 2018

Un sevillano inventa un sistema para extraer electricidad de las plantas que Google y la UE premian

Pablo Vidarte, de 22 años, considerado por Forbes como uno de los jóvenes con más futuro de Europa, crea un panel bajo un jardín que abastece de energía constante la casa de una familia media americana

Pablo Vidarte (Sevilla, 1996) estudió en el colegio San Francisco de Paula de Sevilla, sabe inglés y francés, y cursa la especialidad de Ingeniería Multimedia en Barcelona, aunque no le hizo falta terminarla para figurar en la lista Forbes «Under 30» que identifica a los jóvenes europeos con más futuro en diferentes disciplinas.
Con BIOO, la empresa que fundó hace dos años cuando acababa de cumplir los 20 y en la que trabajan actualmente unas treinta personas, ha logrado una subvención de la Unión Europea de 1,2 millones de euros para su innovador proyecto energético basado en la fotosíntesis de las plantas.


Vidarte asegura que con un panel colocado debajo un jardín de diez metros de largo por diez metros de ancho que su empresa tendrá listo en 2020 se puede generar energía suficiente para el consumo de una familia media americana «durante toda la vida», con independencia de las condiciones climáticas y sin necesidad de que haya sol o viento como otras energías renovables.
Con un sensor se podría cargar fácilmente un móvil o cualquier dispositivo electrónico. La tecnología de BIOO ha sido reconocida por Google y la Cumbre del Sur de 2016 y ha obtenido premios en Londres, Bucarest, París, Barcelona y Madrid. El Parlamento Europeo la eligió como una de las cincuenta empresas más innvodoras del continente.
Ahora este joven de sevillano acaba de publicar su primer libro «Una Nueva Tierra. Aquel que vivió mil vidas» (Amazon), donde aborda la inmortalidad biológica del ser humano, en la que cree firmemente, gracias a los avances tecnológicos.
¿Cómo se fijó Forbes en usted?
El proceso fue bastante simple. Yo ya había presentado en varios sitios mi proyecto para extraer electricidad de las plantas y me llamaron deForbes para la final. Luego me invitaron a la fiesta que se hacía en Londres.
Ha obtenido premios en Londres, Bucarest, París, Barcelona y Madrid, entre otros muchos.
Sí. Google nos seleccionó como la empresa más disruptiva del año y nuestro proyecto energético fue a la Exposición Internacional de Astana de 2017. Nos invitó el Ministerio de Asuntos Exteriores y lo que ha sobrevivido del edificio en la Expo es como una esfera gigante de 8 plantas que acoge el museo permanente de las energías del futuro. Y ahí estamos nosotros de forma permanente. Me hizo una gran ilusión.
¿Qué hace su empresa?
Trabajamos en un reactor para crear electricidad a partir de las plantas. Una de las aplicaciones de nuestro reactor permite cargar dispositivos móviles a través de un sensor, pero sólo es una de ellas. Estamos haciendo una línea de productos más pequeños, como gadgets, y ahora vamos a sacar un dispositivo orientado a la educación para que los niños en las escuelas creen sus propias baterías biológicas. Vamos a crear una maceta que dará acceso a wifi, aunque no es un router sino un wifi externo. Para 2020 queremos tener listos los paneles bio que se pueden poner debajo del jardín de una casa o en zonas verdes de ciudades, de las llamadas smart-cities, orientadas a activar sensores o la iluminación en las calles.
¿Necesitan del sol y el agua para crear electricidad?
No es necesario. Nosotros logramos aprovechar las plantas y todo su entorno para crear electricidad aunque no haya sol o agua. La fotosíntesis tiene dos ciclos, el oscuro y el lumínico, y en ambas se crean sustancias orgánicas. Gracias a las plantas y a los propios sustratos, y a las lluvias, obtenemos la energía necesaria.
¿Se trata de una electricidad constante?
Sí, de día y de noche. Esa es la ventaja competitiva respecto a otras energías renovables. Lo que necesitas aquí es cuidar las zonas verdes, a diferencia del sol o el viento que, aunque sean más eficientes, no se pueden controlar. Con las plantas no dependes tanto de la climatología. Esté lloviendo o no, haya sol o no, vas a producir la misma energía.
¿Cuanta superficie verde haría falta para que una vivienda fuera autosuficiente energéticamente?
Empleando paneles de 3 vatios por metro cuadrado, con un jardín de 10x10 metros sería suficiente para alimentar una casa.
A las compañías eléctricas no les va a gustar mucho su sistema...
Tal vez, no.
¿Cuándo y cómo se le ocurrió aprovechar la fotosíntesis para crear energía?
Durante mi época universitaria, aunque la universidad no me ha enseñado nada de esto. Surgió a raíz de varios estudios existentes sobre tratamientos de agua que había por todo el mundo y nosotros hicimos nuestra propia hebra tecnológica. No es una tecnología que surja de la nada.

Falta de ayudas públicas

Acaba de cumplir 22 años. ¿Con que edad empezó a idear esto?
Con 18.
¿Recibió apoyo de fondos públicos?
Si no fuera por la Unión Europea no habría tenido ningún apoyo público.
¿Los científicos e investigadores españoles se quejan con razón de la falta de ayudas a la investigación?
-Sí, con toda la razón. Creo que Europa está salvando la investigación en España. Hay que aprender de Singapur o de Corea del Sur, que cuando estaban en una crisis absoluta, invirtieron el dinero que tenían en educación e i+d y al final se han acabado convirtiendo en unas potencias económicas mundiales. España se está quedando atrás.
¿La crisis económica sirvió para algo?
Trajo una cosa buena. Cuando la gente vio que no podía confiar en el Estado o en el sistema para tener un trabajo digno, se buscó la vida y se espabiló. Y se ha creado una cultura de emprendimiento que no hay en muchos países.
¿Puede salir algún día algún premio Nobel científico de nuestro país?
Los proyectos de investigación que están saliendo de España son brutales, a pesar de que el Estado no está invirtiendo. Cada vez que voy a finales europeas me sorprendo de la cantidad de españoles que llegan, copando muchos puestos de todo el continente
¿Cuantos de ellos trabajan en España o seguirán haciéndolo en los próximos años?
No lo sé pero me temo que pocos. Muchos están en Europa y se están yendo a Estados Unidos.
¿Será este también su caso?
No es mi intención dejar mi país. El ecosistema de emprendimiento e inversión es muy bueno en Barcelona. En Madrid también es bueno pero no se arriesgan tanto con proyectos tan innovadores. Fuera de Madrid y Barcelona casi no hay nada.

ABCdeSevilla | Jesús Alvarez | 06-04-18

4 abr 2018

Diferencia entre kW y kVA


Cuando se estudia la potencia eléctrica de un determinado componente de una instalación, puede medirse esta en W o VA. 

De esta forma, para grandes instalaciones puede representarse la potencia de las máquinas en 1.500 kW, o bien, 1.800 KVA, por ejemplo. Estos dos términos pueden interpretarse como sinónimos, ya que la formula original de la potencia eléctrica es: 

 P(W) = T(V)·I(A) 

donde P es la potencia medida en watios, I la intensidad o corriente que fluye por el circuito medida en amperios y T es la tensión eléctrica medida en voltios. 

Por lo tanto, podríamos concluir, precipitadamente, que: W = VA. Sin embargo, por convención, no significan lo mismo. 

Esto es así porque los componentes eléctricos conectados a un circuito tienen picos de consumo que para el caso de motores son muy elevados y mayores que los que definen su potencia estandar. Para verlo más claro vamos a poner un ejemplo. 

Pensemos en una vivienda que tiene, entre iluminación, electrodomésticos, aire acondicionado y calefacción, una potencia instalada de 2.500 W (esta potencia se obtiene sumando los valores que cada fabricante añade a los distintos equipos). Por lo tanto, podremos afirmar que esa vivienda tendrá una potencia instalada de 2,5 kW. 

 Ahora supongamos que la vivienda está vacía y que durante un mes sólo conectamos todos los equipos durante dos horas para probar el buen funcionamiento de la instalación. Luego cerramos la vivienda y no se vuelve a consumir nada más. 

Por lo tanto, el consumo de energía eléctrica de la vivienda ese mes es: 2,5 kW • 2 horas = 5 kWh. 

Sin embargo, al llegarnos la factura de la compañía eléctrica al mes siguiente la facturación la realizan por 5,5 kWh. Esta diferencia se produce porque las máquinas eléctricas, al conectarse, consumen los denominados picos de potencia. 

La forma de limitar estos picos de potencia de los motores llamados inductivos, es instalando condensadores que naturalmente también tendrán su consumo eléctrico. 

La diferencia entre las dos unidades (W y VA) la determina el Factor de Potencia y se define como el coseno del ángulo entre la corriente (A) y la tensión (V). 

En la práctica el factor de potencia lo determinan las características de cada equipo. Sin embargo, generalizar que para equipos electrónicos de uso habitual ese factor esta ajustado a un 90% de eficiencia. En el caso de grandes motores puede bajar hasta el 35%. Cuando se conoce el factor de potencia de un equipo se puede obtener la unidad de kVA:

kVA = kW / FP 

Calcularemos las kVA de un equipo inductivo que tiene una potencia de 3.300 W (3,3 kW) y su factor de potencia (FP) es de 80%. 

 kVA = 3.300 kW/0,8 = 4.125 kVA

Por: Antonio J. Martinez

2 abr 2018

Iluminación LED con tecnología de punta: Eficiencia energética y bienestar personal


Ya sea por eficiencia energética como por el bienestar de las personas, es recomendable incorporar la iluminación moderna en los proyectos de construcciones o remodelaciones desde el origen, ya que la luz natural siempre es mejor que la luz artificial y está comprobada la importancia de la iluminación para la salud de las personas.
“Los cinco sentidos que usa el ser humano se basan en sensores biológicos, y más del 70% de todos los sensores se concentran en los ojos, con lo que diariamente este sentido es el que más información transmite al cerebro para la realización de tareas y coordinación de todas sus funciones corporales. La iluminación debe ser dinámica, eficiente y automatizada para ser sustentable y económica. Y cuando se diseña un proyecto de iluminación, lo óptimo es siempre imitar la naturaleza”, señala Erwin Plett, vicepresidente de la Comisión de Energía del Colegio de Ingenieros de Chile A.G. y director de Alfa Lux.

Calidad de la luz y sus múltiples efectos en el bienestar de las personas

Las normas vigentes sólo cuantifican la cantidad de luz medida en lux, pero no la calidad de la iluminación. Para ver bien, las personas requieren de una alta densidad de luz que se mide en “lux”, que son los lúmen en cada metro cuadrado de superficie (lx = lm/m2). Un lux lo proporciona una vela a aproximadamente un metro de distancia.
Por otro lado, hay tres criterios cuantitativos que definen la calidad de la luz y determinan los efectos de la iluminación en las personas.
Uno de ellos es la temperatura de la luz, CCT, medida en grados kelvin, K. “La luz solar a pleno día es azulosa, luz fría, y corresponde a más de 6.500K, en comparación con la luz del atardecer o del amanecer que es más amarilla, luz cálida, de menos de 3.000K. Si quiere trabajar productivamente necesita usar la luz fría, y si quiere descansar, prefiera la luz cálida” sostiene el Dr. Plett.
El segundo criterio es el Índice de Reproducción Cromática, CRI, es decir, cómo se diferencian los colores de superficies iluminadas comparados con usar la luz solar.
El tercer criterio de calidad es el grado de encandilamiento, UGR, que depende del buen o mal diseño de la iluminación y no de la tecnología.
Así, cada actividad de las personas necesita su luz con una correcta y diferenciada iluminación, ya que ésta tiene efectos visuales, biológicos y emocionales en las personas, e influye por ejemplo en el ritmo circadiano, el ánimo, la agudeza visual, la atención y la productividad, entre otros. “No da lo mismo, si ocupamos una luz para trabajar o para descansar, puesto que los estados fisiológicos de alerta de las personas en actividades laborales o de descanso son distintos. No sirve una iluminación promedio entre estar atento y estar relajado. La iluminación solar es dinámica, cambia durante el día” explica el experto.

Eficiencia Energética y análisis de ciclo de vida

Para juzgar la eficiencia lumínica es relevante saber diferenciar las luces LED y comparar lúmen generados por cada Watt y la vida útil. Los lúmen producidos es la característica fundamental de una luminaria, mientras que los Watt de potencia sólo sirven para saber qué tan caros van a costar esos lúmen.
Hoy se comercializan en el mercado chileno luminarias LED con eficacias lumínicas entre 45lm/W y 220lm/W (lúmen por cada Watt), es decir, LED no es igual a LED. Una lámpara LED con eficacia lumínica baja, de sólo 70lm/W, similar a las fluorescentes, consume un 68% más de energía eléctrica que una luminaria con 220lm/W, entregando la misma luminosidad.
Con tecnología LED de última generación, se pueden lograr interesantes ahorros económicos y ecológicos, ya que esta tecnología cuando es LED de punta, genera hasta 73% de luminosidad y sólo 27% calor (las fluorescentes y las LED baratas, de tecnología obsoleta, generan 25% de luminosidad y 75% de calor).
Otro punto importantísimo es la vida útil que se define para LED en horas (L70). Una lámpara LED barata dura 10.000h y una excelente hasta 50.000h, es decir, esta última, con un uso diario de 6 horas, dura hasta 23 años sin necesidad de subirse a cambiarla, minimizando el costoso ítem de mantenimiento y reposición. “El análisis económico debe hacerse siempre en un período de varios años como ciclo de vida, que incluya la inversión inicial en el proyecto, luminarias e instalación, y los gastos mensuales en energía y mantención. Sino, lo barato para el constructor va a salir muy caro para el usuario y el medio ambiente” concluye el Dr. Plett.

Fuente: www.alfalux.eu

1 abr 2018

Cómo el 5G facilitará el despegue de las ‘smart grids’


Cuando la conectividad 5G ofrezca latencias por debajo de los 10 milisegundos, las redes de distribución eléctrica podrá detectar y aislar un error en menos de 100 milisegundos, además de balancear en tiempo real la demanda y oferta de fuentes renovables.
Definir las smart grid o redes inteligentes es relativamente sencillo. Hablamos de sistemas que pueden manejar la electricidad de forma más eficiente al predecir y manejar en tiempo real el comportamiento de los clientes (la demanda), adaptando los recursos necesarios para satisfacerlos (la oferta) con la máxima seguridad en el suministro.
Gracias a las smart grids podremos asistir al verdadero despegue de las redes de distribución eléctrica distribuida y automatizada, esenciales cuando estamos yendo hacia un panorama donde las energías renovables son masivas (y mayoritarias). También nos encontraremos ante una nueva generación de redes de distribución capaz de llevar a cabo análisis inteligentes y responder en tiempo real a cualquier información de consumo anormal en la red, permitiendo un control más rápido y preciso sobre toda la red.
Todo ello traerá consigo importantes beneficios no solo para los operadores eléctricos a escala mundial, sino también para la sociedad en su conjunto: protección de los ingresos de los proveedores, gestión más eficiente de las caídas del servicio, optimización del voltaje, garantizar seguridad de la red y mejorar la conservación de la energía, reduciendo el impacto medioambiental asociado a estos sistemas.
Pero, para que todo esto se haga realidad, es fundamental contar con una infraestructura de comunicaciones capaz de abordar el fenómeno con éxito. Y la clave pasa por el acceso a redes de muy baja latencia, como el 5G. “Cuando la latencia de las comunicaciones sea inferior a 10 milisegundos, todo el sistema de distribución eléctrica podrá detectar y aislar el área que sufra una incidencia en menos de 100 milisegundos. Esto reducirá significativamente el gasto de las plantas eléctricas“, indica ABI Research en un documento corporativo al que ha tenido acceso TICbeat.
Según esta firma de análisis, con la llegada del 5G, veremos cómo la inteligencia de las smart grids se va al extremo, con más de 50.000 dispositivos conectados por cada site, con 10 ms de latencia y una velocidad que se medirá en gigabytes. En definitiva, los tan ansiados sistemas de distribución eléctrica distribuida, con una capa de comunicaciones dedicada y conectividad wireless.
ABI Research cifra en 13.000 millones de dólares el mercado de sistemas de automatización de la distribución energética en 2015, con la previsión de que los ingresos de estas tecnologías crezcan hasta los 36.000 millones en 2025. “5G puede reemplazar la actual infraestructura de fibra en la automatización de la distribución de electricidad, al ofrecer menos latencia (por debajo de 10 ms) y rendimiento gigabit”, explican los analistas. “El 5G también permite reducir la barrera de entrada para muchos proveedores energéticos en mercados emergentes, debido a su rápido despliegue, amplia cobertura y menor coste de instalación”.
Nos encontramos, por tanto, con que las compañías eléctricas están avanzando hacia modelos de redes distribuidas e inteligentes. En los mercados desarrollados, la fiabilidad de estos sistemas se pronostica será del 99,999%, o lo que es lo mismo, se tolerará apenas una interrupción del servicio de cinco minutos al año. Por su parte, para los mercados emergentes, estos sistemas serán clave para balancear la carga de las energías renovables en plena ebullición, como las plantas solares, palas eólicas o instalaciones hidráulicas.
No en vano, las energías renovables se caracterizan por su falta de estabilidad, con una alta fluctuación en la transmisión de energía a la red en función de las condiciones ambientales. Para mitigar este problema, los sistemas inteligentes podrán ajustar la demanda y la oferta de manera automatizada.
NARI Technology en China ya ha implementado varias soluciones de gestión distribuida y automatizada de las grids, eso sí, basadas en un despliegue de fibra óptica. El piloto del proyecto se ha realizado en el área de Shanghai Pudong, donde se ha mejorado la fiabilidad de la distribución eléctrica del 99,99% al 99,999%.
Otras compañías a escala mundial, como General Electric o Eaton, también están impulsando terminales de gestión eléctrica distribuida e inteligente, aunque en estos casos sí que se han manifestado favorables a soluciones inalámbricas (como el 5G) para reducir los costes de las comunicaciones.

Fuente: www.ticbeat.com