5 sept 2017

Pasos que debe seguir una organización para diseñar e implementar un plan de gestión energética en su establecimiento.



Para abordar un plan de gestión energética en el establecimiento, se debe partir de un conocimiento previo de la situación energética de la organización, tanto a nivel de equipamientos y consumos energéticos, como de la disposición de los funcionarios y empleados para aplicar medidas en los diferentes ámbitos de intervención.

Una vez se tenga esta información, se pueden fijar objetivos y metas de reducción y establecer las medidas más apropiadas para optimizar el consumo de energía.

Los pasos a seguir son:

1. Conseguir el apoyo de la Dirección y el compromiso e inclusión de toda la organización. Para que la iniciativa tenga éxito, resulta imprescindible contar con la participación de todos los empleados y, sobre todo, con el apoyo activo de las directivas de la empresa o institución.

2. Designar al responsable del plan de gestión energética. Las directivas de la empresa designarán un responsable del plan de gestión energética o un equipo de trabajo según considere necesario.

3. Diagnóstico energético del establecimiento. Se debe recopilar información sobre consumo de energéticos de las instalaciones (facturas y recibos de electricidad y combustibles). Asimismo, se debe realizar un inventario de todos los equipos consumidores de energía: luminarias, equipos de aire acondicionado, refrigeradores, botelleros, bombas, motores, etc., en el que se registren los datos técnicos más relevantes (potencia, corriente, voltaje, factor de potencia, etc.). También se debe recopilar información sobre los aspectos arquitectónicos más relevantes que afecten el consumo de energía.

4. Encuesta sobre los hábitos de los funcionarios o empleados que afecten el consumo de energía. Además de los datos sobre horarios de trabajo, limpieza, etc., será necesario conocer los hábitos de los funcionarios o empleados para poder calcular mejor los consumos e identificar aquellas pautas de comportamiento que deben ser modificadas para evitar consumos innecesarios de energía. Para ello se realizará una sencilla encuesta entre los empleados de la organización en la que se pregunte por la disposición individual para asumir compromisos encaminados a optimizar el consumo de energía.

5. Análisis de los datos recopilados y definición de los objetivos de optimización. Con el análisis del diagnóstico realizado, se pueden establecer y definir los objetivos y metas de optimización del consumo dentro de un plazo de tiempo determinado.

6. Selección de las medidas para alcanzar los objetivos y metas de optimización propuestos. Se debe seleccionar un conjunto de medidas que se pueden poner en marcha en los establecimientos. Estas medidas deberán estar orientadas a los usos más intensivos de consumo de energía identificados en el diagnóstico.

7. Elaboración del Plan de Acción para la implementación de las medidas. Para ejecutar las medidas de optimización, es preciso contar con un plan de acción en el que se incluyan el alcance, los objetivos, el potencial, las metas de ahorro, y las acciones a corto, mediano y largo plazo de este plan de acción. Para su implementación, deben también definirse indicadores, cronogramas, responsables y presupuestos, junto con el mecanismo de seguimiento de los resultados.

8. Seguimiento de los resultados y mejora continúa. Para evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos y detectar las posibles desviaciones, se deberá realizar un seguimiento periódico de los indicadores y medidas planteadas.


9. Comunicación de los resultados conseguidos. La comunicación de los resultados del plan de acción a los miembros de la organización, es fundamental para mantener elevada la motivación interna y demostrar que el esfuerzo realizado tiene resultados positivos para todos. La comunicación externa también es importante, y puede animar a otras organizaciones a poner en marcha iniciativas similares.